Cómo proteger a los ancianos ante el nuevo coronavirus

Es muy importante saber cómo proteger a los ancianos ante el nuevo coronavirus: las razones son evidentes, ya que este virus es especialmente más dañino en la población de edades avanzadas. Los mayores son quizá el colectivo más vulnerable, personas con las que se deben aplicar protocolos muy estrictos en cuanto a su atención para librarlos de la enfermedad que produce el novel coronavirus, denominada como COVID-19.


Limpieza y desinfección de las estancias

Entre las medidas que hay que tomar para la protección de los ancianos ante el COVID-19, destaca la limpieza y desinfección de las estancias. Son espacios que siempre han de estar libres de microorganismos patógenos, y, ante la crisis del coronavirus, las medidas de precaución han de multiplicarse.

Los protocolos de limpieza de los centros sanitarios de por sí ya son lo suficiente meticulosos, pero deben de intensificarse para garantizar que el coronavirus ha sido neutralizado por completo. Hay que tener en cuenta que el coronavirus se desactiva con hipoclorito de sodio (concentración 0,1%), peróxido de hidrógeno (concentración 0,5%) o etanol (con concentración del 62 al 71%). Básicamente, para prevenir la enfermedad por coronavirus en ancianos se deberá:

  • Utilizar los productos desinfectantes y detergentes con eficacia contrastada y empleados en los protocolos establecidos en los centros sanitarios.
  • Proporcionar información a los empleados de limpieza, además de dotarles de equipos de protección adecuados y explicarles cómo se utilizan.
  • Desechar los materiales utilizados durante tratamientos. Se depositarán en depósitos etiquetados para tal fin.



Hay que insistir en que la desinfección y lavado de habitaciones, dormitorios y otras estancias, es primordial para que surtan efecto las otras medidas preventivas, como la utilización de mascarillas o cómo proceder al lavarse las manos y utilizar guantes profilácticos.


Vajilla y ropa de cama

Aún se discute sobre la actividad del nuevo coronavirus fuera de su huésped, o sea, cuánto dura activo y con propiedades infecciosas en el suelo, sobre mesas, en objetos metálicos…

La vajilla y ropa de cama son elementos sobre los que hay que prestar especial atención en los centros de mayores.

A pesar de ello, tanto en residencias de ancianos como en asistencia domiciliaria, el lavado y desinfección de vajilla y ropa de cama debe seguir los mismos protocolos que se aplican en situaciones normales.

La desinfección y limpieza de sábanas, fundas de almohada, fundas de cojines, además de cubertería y vajilla, deben ser esmeradas cuando estamos hablando de personas con las defensas habitualmente deprimidas.


Medidas de actuación para el personal

En el personal sanitario recae buena parte del trabajo para frenar al coronavirus en residencias para mayores, así como para evitar que llegue a afectarles en su propio domicilio. Lo mismo ocurre con el personal de limpieza de los centros médicos, las residencias de ancianos y los propios hogares.

Las medidas para actuación para estos trabajadores deben quedarles bien claras para que, igualmente, puedan transmitirlas claramente a las personas afectadas, propensas o a sus familiares.

Entre las medidas que deben tener en cuenta tanto el personal sanitario como el de limpieza, destacan:

  • Los ancianos y familiares deberán tener a su disposición productos hidroalcohólicos desinfectantes, así como contenedores para depositar pañuelos y otros residuos. Estos dispensadores deberán estar situados en el interior y exterior de las habitaciones en donde se hallen los mayores.
  • Los responsables de los centros de mayores deberán comunicarse con las familias de los ancianos para advertirles sobre el riesgo de visitas. Esto sobre todo es importante si el familiar o allegado presenta algunos de los síntomas propios del coronavirus.
  • Con excepciones muy puntuales, está restringida la visita a residencias y centros de mayores a personas que hayan permanecido durante los últimos 14 días en las áreas consideradas de riesgo: Comunidad de Madrid, Vitoria y Labastida.
  • En el proceso de admisión de residentes a centros de mayores, los responsables de la institución tendrán facultades para solicitar la prueba del coronavirus en el caso de que presente síntomas que afecten al aparato respiratorio u otros mencionados en los comunicados de la OMS.
  • Tanto residentes como trabajadores deberán recibir formación in situ sobre prevención ante el COVID-19. Asimismo, deberán colocarse carteles informativos en los lugares de paso y los accesos principales, además del interior y exterior de las habitaciones.
  • Todos aquellos residentes que presentes síntomas respiratorios severos, deberán permanecer en su propia habitación con baño y sin compartirla con otros residentes hasta que su estado sea evaluado por los facultativos.



El personal de limpieza y los cuidadores de ancianos, deben tener claras las medidas de actuación en todos y cada uno de sus puntos. Hay que incidir en que, básicamente, las tareas de limpieza y desinfección serán similares a las realizadas, antes, en este tipo de centros, solo que más minuciosas, con una periodicidad controlada y llevando los protocolos al pie de la letra.


Restricción de visitas

La restricción de visitas es otro de los temas controvertidos desde que estalló la crisis del coronavirus. En las residencias de mayores, es importante que haya una restricción de las visitas o que estas solo se produzcan casos particulares, sin aglomeraciones y conociendo los familiares y allegados todos los protocolos a llevar a cabo. Estos les tendrán que ser comunicados por el personal del centro y deberán cumplirlos inequívocamente.

Una de las restricciones evidentes, es para toda aquella persona que presenta síntomas de enfermedades respiratorias.

Tanto jóvenes como niños pueden ser portadores del virus sin apenas padecer sus efectos; por ello, los menores no deberán visitar a los abuelos en los centros de ancianos, siendo esta una de las medidas más importantes a tener en cuenta en el apartado de las visitas.


Gestión de los residuos

Cada día, en las residencias de mayores y centros sanitarios, se producen cientos de residuos en forma de papeles, apósitos, toallitas…

Ante la crisis del coronavirus y para proteger lo más posible a la población anciana, hay que controlar exhaustivamente la gestión de los residuos. Estos pueden estar contaminados y, de no ser adecuadamente tratados, ser foco de contagio para otras personas.

Por ello, durante esta crisis deben extremarse las precauciones sobre cuándo, dónde y cómo depositar los residuos. Cada centro tiene su material y elementos propios, aunque el protocolo señala que los residuos deberán ser echados en contenedores específicos y etiquetados.

En la etiqueta deberá constar el tipo de residuo y otras advertencias en función de su origen. Es muy importante que los contenedores no sean abiertos y sean controlados en todo momento hasta la destrucción de su contenido.


Actuación ante casos confirmados

Otro de los temas sensibles es la actuación ante casos confirmados. Los profesionales de la salud y la limpieza han de saber sin lugar a dudas cómo proceder ante estas situaciones.

Cuando se realice la prueba y el anciano dé positivo por coronavirus, deberá permanecer en una habitación, con la puerta cerrada. La habitación deberá poseer baño propio, correcta ventilación e higienización según las normas antes dichas.

La salida de la habitación está restringida, a no ser sean casos excepcionales: en estos casos, se les proveerá a los mayores infectados de una mascarilla quirúrgica, además de información detallada al anciano y a sus familiares o cuidadores, acerca de la utilización de mascarilla y otros elementos de protección.


Identificación de los contactos

Otra de las prevenciones que puede servir como barrera al virus, es la identificación de los contactos. Como “contactos” nos referimos a todas aquellas personas que hayan estado en contacto con pacientes afectados por el nuevo coronavirus. Así pues, todo sanitario o no sanitario que haya estado con enfermos o probables enfermos del SARS-CoV-2 deberá ser sometido a un seguimiento. Sin embargo, habrán de seguir con sus labores habituales en sus respectivos campos.


A través no solo de los profesionales de la sanidad o la limpieza, sino de los propios familiares y visitantes de los ancianos en las residencias, podrá minimizarse un virus que, como hemos indicado al principio, produce alta mortalidad entre la población de avanzada edad, especialmente si está inmunodeprimida o padece enfermedades respiratorias.

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